viernes, diciembre 31

La última entrada del año, Paranoicas #14


Que sea el final, no quiere decir que sea necesariamente algo fácil... Siempre quede ese sabor amargo en la boca del que pudo ser y no fue, de lo que es realmente importante, la duda de saber si nuestras prioridades son las correctas, o si la estamos cagando de alguna u otra forma, y la verdad es que por más que sea, para que sea perfecto del todo hay que echarle bolas, más fácil es seguir adelante y no arrepentirse.

Caigo en cuenta que debo comenzar a trazarme metas más realistas, esto de hacer retrospectiva no siempre suele ser fácil, pero es muy satisfactorio cuando puedo mirar atrás y sentirme muy feliz por la persona que soy, esto de cometer errores es constante, pero no por eso la vida es digamos más complicada, simplemente es un respirar profundo y tener el valor de continuar.

Siempre existen esos deseos de cosas que en este momento no poseemos, o que poseemos no de la forma que queremos, también ese deseo de personas lejanas que quisiéramos mantener bien cerca, y tristemente las personas que comenzaron ausentarse y dejaron de hacer falta comienzan a desaparecer poco a poco, es inevitable.

Y es difícil querer cosechar de esas amistades, pero que por más que uno lo intente, no se puede... Hay asuntos que se hacen a dos manos, diferentes manos, y si alguna de las manos falta, no se logra, es como el amarse, si, es así como esos amores correspondidos... "Quiéreme tú, para quererte yo".

Este 2010 se fue realmente rápido, pero dejó muchas marcas que espero jamás se borren, dejó personas excelentes en mi vida, y creó expectativas que espero no se desmoronen, fue un año extraño, pero complaciente, me hizo feliz de una forma que no sabría explicar, abrió puertas las cuáles espero explorar para este 2011.

Podría extenderme de una manera inimaginable, pero en realidad quería sintetizar de una forma muy sencilla lo feliz que fui con este año, y agradecer a mis amigos y todas las personas que tocaron mi vida de alguna u otra forma. Para ellos espero que el próximo año sea su año.

Algo que decir

Siempre los finales me han parecido, la forma menos adecuada para determinar un cierre... Generalmente los cierres implican un nuevo comienzo, y los comienzos por más que sea generan expectativas.

No me gustan las despedidas, ni decir adiós, a veces tampoco me gusta decir hola... Pienso mucho en esta soledad generada, estoy tan acostumbrado a ella, que quiera o no quiera, termino apartando de mi a las pocas personas que quieren compartir conmigo.

Luego, están los que te necesitan por alguna cosa, careces de ese asunto, "adiós, fuiste muy bueno pero adiós". No me gusta poner puntos finales, pero es justo y necesario.

El año se fue literalmente volando, eso me tiene preocupado.
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viernes, diciembre 17

De Repente Fue Ayer, Paranoicas #13

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El tiempo comienza a moverse más rápido, pero sé que son sólo ideas mías, por comenzar a necesitar de más y más tiempo, por comenzar a depender de un reloj del cuál huyo, pero que me delimita, y me encierra en si.

No tengo tampoco esas ganas de escribir largos párrafos que nadie leerá, dedicados a 2000 personas que no pintan ni un día en mi futuro, entonces seré breve…

Atrás quedaron esos días en los yo era el papá y mis padres mis hijos, siempre fui ese niño que diariamente se preguntaba ¿Pero aquí quienes son los padres?, pero ahora los entiendo, tener un hijo no es fácil, y siempre el primero debe entender que para ellos es un aprender también.

Ahora, ¿Qué hay para mi en la actualidad?… Un tratar de ser feliz constante, de sonreír por más difícil que se me haga, y comienzo a echarle liquid paper a los errores, y comienzo a reescribir los archivos, y desde lejos esa hoja está llena de manchones, tachones y borrones, pero al fin y al cabo es lo que me hace ser este ser, el completo incompetente, el incompleto, el que posee ese cartel en la frente que dice “En Construcción”, y no es que me queje, o me sienta mal con la persona que he construido, pues soy feliz de esta forma.

Pero siempre hay un espacio para hablar de ti, pero esta vez no será para explicar lo que no fue, y lo que no se hizo, sino para abrir un poco este pecho, y comenzar a dejar salir sentimientos, porque yo pensaba que no me afectaba, que era pasajero, que no sentía nada, y resulta que es todo lo contrario, que en este preciso momento siento ansiedad, y ese agujero negro en el medio del pecho que me carcome y me tiemblan los brazos, y me sudan las manosEspero no sea que se me bajo la tensión–, pero ¡Qué Arrecho!, cómo luego de haber dicho hasta aquí, te las arreglaste para introducirte en mi mente, y ahora que te quiero fuera, te niegas a salir.

En conclusión -pues tengo tiempo que no concluyo-, esto lo escribo para leerlo después… Y para que el titulo tenga concordancia de alguna forma, no concluyo nada más, porque no sé qué hacer al respecto, no poseo un plan, mucho menos un esquema de tareas que me haga la vida más fácil, de hecho el tiempo en su desespero por avanzar espero que elija la mejor solución.

PD: El titulo de está entrada se lo debo a @Rockxy porque leyendo su blog di con el.

lunes, diciembre 13

Abrazarte, Súperhistoria #22

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Cómo comenzó y cómo terminará no es lo importante para contar, lo importante es hacerte recordar, ir a ese momento en el que por primera vez nos vimos de forma distinta, no fue con lástima, ni siquiera con alegría, fue algo más parecido a tener paz, y tuve paz cuando te vi, y tuviste paz cuando me viste –y lo sé, no porque lo hayas dicho, lo sé porque lo vi en tus ojos, y lo sentí al tocarte, y lo sentí al respirarte–…

Fue ese día de un mes que no recuerdo, en una noche que tal vez fue fría, pero me inclino a pensar que hacía calor, no había  llovido en días, íbamos en mi carro, no sé si me tomabas de la mano, pero creo que jamás olvidaré como se siente cuando me tocas, esas manos suaves que me queman la piel, haciéndome desear nunca dejar de sentirlas. Yo iba callado, tratando de calmar mis pensamientos y escuchar finalmente la música, tú ibas hablando aunque ahora que lo pienso no estoy seguro, creo que jamás vi tus labios moverse, pero sé que te escuche, a veces creo que fue más una ilusión, un espejismo de esos que se cuentan cuando algo es demasiado fantástico como para ser real, creo que tuviste un poco de eso, fue demasiado fantástico para ser real.

En todo caso, me detuve en una calle de esta ciudad, esa que es amplia, y muy poca gente pasa por ella, te miré a los ojos, te tome de las manos, y no sé porqué, pero te dije: Te voy abrazarMe sentí tonto al decir eso, pues no soy el tipo de persona que advierte antes de hacer algo, simplemente sucede y ya- te abrace, lo primero que puede percibir fue el olor de tu cabello, negro, largo, suspiré pues me sentía tan bien contigo allí, sé que te sentías bien conmigo allí, suspiraste, y sé que te sentiste segura, cómoda… Te abrace tantas veces después, y fue diferente cada vez, yo sobre ti, tu sobre mi, me aferre a tu espalda para no dejarte ir, por miedo a que quisieras escapar, mis labios sobre tu cuello, tus manos sobre mi nuca, mi brazos sobre tu cintura, y el tiempo se detenía y el mundo dejaba de existir, y sólo éramos tu y yo.

Quise decir tantas cosas, que nunca dije, que nunca diré. Quise estar allí para siempre, de ser posible morir en ese momento y renacer, no sé para qué, no entiendo por qué, pero así lo sentí, así lo quise. Y ahora que en las noches no me queda más que pensarte un poco, y desear abrazarte a veces, no porque hayas sido perfecta, más bien porque si en algún momento de nuestras vidas algo dentro de nosotros crujió, fue allí, sé que algo se quebró o algo hizo clic como cuando unes dos piezas que están destinadas a estar juntas, pero no creo en el destino, y sé que no somos las dos partes de una misma cosa, no somos esas piezas de lego que se unen perfectamente…

Y es en las noches cuando siento más ganas de abrazarte, y es en la noches cuando me dan esos ataques de ansiedad, y parezco cualquier adicto, deseando poder drogarme con tus abrazos nuevamente, pero ni te abrazaré nuevamente, ni fue real.

domingo, diciembre 12

Como quiero que seas, Paranoicas #12

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Siempre he mantenido una imagen del tipo de persona que quiero ser, y la comparo constantemente con el tipo de persona que soy, y con el tipo de persona que fui, porque entre mis prioridades está eso de mejorar un poco todos los días, de no levantarme un día sin saber que haré con mi vida, pero a veces me pasa que no sé qué hacer contigo, no sé qué hacer conmigo, no sé qué hacer con los dos juntos, si estar separados, si agarrar tu número, tus trescientos perfiles en todas esas redes sociales en las que somos amigos, tus fotos conmigo, y tus fotos sin mi, y darle delete.

Porque para ser sincero, a veces me duele, otras veces no… Pero cuando me duele, me da por pensar en cómo me gustaría que fueses, en cómo se supone que debes complementarme, cómo debes hacerme sentir, cómo me gustaría que hablarás, que pensarás, que mirarás, que sintieras, porque no mentiré al decir que nunca me he hecho esa imagen “perfecta” del tipo de persona que se supone debes ser.

Es entonces cuando aparece esa otra parte de mi, la que tiene el control, y concluyo contundentemente que yo nunca te obligue a ser como quiero que seas, pues me gusta que seas como eres, porque irremediablemente eso es lo diferente que me atrae de ti... O me atraía de ti. Es duro despertar un día sintiendo que nada de lo que se dijo fue cierto –o por lo menos no tan cierto como para terminar definiendo vidas-, nos faltó dedicación, tiempo, cariño.

Y no sé si alguna vez lo notaste, pero como quiero que seas, es cómo siempre has sido, la chica al otro lado de la acera, la que no se calla, la que pelea, la que su vida no es de fantasía, la que vive sola y sufre sola, la que oculta su amargura detrás de esa máscara de autosuficiencia, la que usa el sarcasmo para sentirse poderosa, la misteriosa, la ausente, la melancólica que odia la melancolía, la que odia que la vean llorar, esa chama que nunca fue alegre pues la alegría no la merecía, esa eres tú, la que tiene una barrera que pides a gritos que derriben, pero que refuerzas día y noche.

El problema no es cómo quiero que seas, mi problema es que nunca he sabido pelear por las cosas que quiero.