lunes, octubre 4

Iluminación, Xtraviada #2


Se rompe el cristal, y como ya dije debo volver a comenzar, pero la pregunta es: ¿Qué debo comenzar?, y muy a mi pesar la respuesta es: Vivir.

Se que ya no me puedo esconder detrás de falsos pretextos, y mucho menos lamentarme por amores muertos, hoy el aire es más fresco y hasta el sol es menos intenso. Ya creo que no le temo al exterior, y comienzo a sentirme encerrado dentro de estas paredes que comienzan achicarse sobre mí.

Vivir, pero ¿Cómo es vivir?, esperar para morir, pero ¿Cómo es morir?, todo se vuelve tan absurdo cuando las palabras del diablo toman sentido: *¡Acabó!, ¡Estúpida palabra!, ¿Por qué acabó? ¿No equivale eso a decir que todo quedó reducido a la nada? ¡Qué significa la eterna creación, si todo lo creado ha de desaparecer para siempre!. El mundo al dejar de existir, será como si no hubiese existido nunca, y sin embargo lo vemos agitarse incesante como si realmente fuese algo. En verdad, prefiero aún mi eterno vacío."

Vacío que llena al demonio, y sin embargo me llena a mí, el vacío de no importar vivir, y simplemente dejar todo así. Benditas palabras, venidas de un ser sin futuro, ni pasado, y mucho menos presente. ¿Acaso esto no es consecuencia de la evolución?, formamos parte de algo mayor, y cada minúscula pieza, forma, tiene una gran importancia en el gran contexto de la creación.

Pesimistas son las palabras de Lucifer, que sin temor declara nuestro fin. Mientras que las huellas de mi cuerpo no pueden quedar envueltas en la nada. * "Basta el presentimiento de aquella felicidad sublime, para hacerme gozar mi hora inefable. Porque aunque mi vida acabe, veo el significado en las huellas que he dejado tras de mi."

El significado de todo, de cada lugar, de cada persona, de cada palabra, de cada gesto, de cada acción y emoción, de cada momento, el significado de vivir, el significado de morir; hasta lo más mínimo tiene su razón de ser, de dónde nacimiento tras nacimiento se alcanza la mayor perfección. Felices estamos porque hemos participado de años nuevos, abriles florecientes, veranos calurosos, y tristes inviernos, porque aunque yo perezca otro continuará, y así lo inestable se hace eterno, proporcionando más tiempo al día sin final, a un tiempo que no acabará jamás.

Nosotros somos el planeta vivo, somos parte del universo entero, y sin embargo cada uno de nosotros es un mundo en miniatura, cargado de genes. Si logramos llevar esos genes a la siguiente generación, entonces no habremos vivido en vano. He allí el vivir, he allí mi existir, he allí mi comenzar de nuevo, porque todo ese dolor, todo ese sufrimiento, y confusión, fue solo para llegar a este momento, a la iluminación.

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