domingo, abril 25

Sin Motivos, Súperhistoria #13


No es complicado saber porque dicen que la vida es pura ironía, y es que si de mí dependiera te daría mi vida, así te darías cuenta de que hablo cuando digo que no existe ironía más arrecha que la vida misma. Esta historia la contaré sólo una vez y espero exorcizar cualquier fantasma que pueda quedar, dame un motivo, dame una razón para comenzar… El motivo fue amor, te conocí, me conociste, o por lo menos hice el intento de hacerlo, del cual debo decir que no me arrepiento. Descubrí el verde de tú vida, el chocolate, la arena, y el montón de sueños y fantasías.

Avanzar crecer, querer, soñar, echar pa’lante, todos sinónimos de tu nombre. Descubrí la D y con ella soñé, un mes, dos meses, algo sentía allí, y eso que hasta entonces ni un hola de boca a boca se había dado, otro día, otra noche, otro sueño, otro sol, otro día y sin pedirme que me quedará, lo hice, no necesite un motivo, una razón… Noches en las que mi luna soñaba con la tuya, y me decía que eras tú, tú a quién yo esperaba. Otro día, otra noche, y es que nunca podría terminar si todo lo que vi en ti me pusiera a contar, entre tus defectos, entre tus virtudes, pude ver hasta dónde me fue posible ver.

Pero todo lindo comienzo, tiene un final poco feliz, y es que este cristal que yo me había inventado, me había explotado en la cara… Con un rotundo “no” me despejaste de esperanzas y con un “no eres suficiente” mataste lo poco de mi que aun quedaba. Y si te digo que jamás te pensé, te mentiría, y si te digo que jamás te soñé, no me creerías, supuse muchas cosas entre ellas el hecho de que existía otra persona, tuve razón y no aparecí por aquí hasta mucho tiempo después, tiempo donde te imagine imaginándome, por la calle te conseguí, pero que puedo decir, el loco me hice y no por ti, lo hice por mí.

Y si te digo que no te pensé, te mentiría, y si te digo que no te soñé, no me creerías. Un año después nos volvemos a encontrar y a decir verdad yo sin esperanzas estoy ya, pero comienzas hacer cosas que me confunden, luego una noche decides hablar y sueltas tus sentimientos los cuales con mucha atención procuro escuchar. De tu mejor amigo te habías enamorado, muchacha deprimida, también me contaste que con él vivías, pero que todo pronto acabo y que triste estabas hoy, que pronto sería tu cumpleaños, y ese día él un regalo te había dado, tu primer beso. Fue allí cuando dijiste “Esto es amor del intenso”.

Yo no lo podía creer, tu mejor amigo y tú, no podía ser. Como buen amigo que estoy acostumbrado a ser, te aconseje, y supongo que tu mejor amigo en ese momento fui yo, pues cuando me dijiste gracias, yo te dije de nada, fue allí que te dije que en verdad te quería, y en tu búsqueda de un buen párrafo para decir adiós, sólo de ti salió un gracias nuevamente. Yo me fui sin decir una palabra más, pues el amor no se recibe, simplemente se da.

No hay comentarios: