martes, abril 6

Siempre creí, Súperhistoria #9


Soy de los que jamás le tuvo miedo a la oscuridad, pero si al silencio, y por mucho tiempo creí que si cerraba los ojos en las noches, podría abrirse el piso y caería al infierno, por haber sido un niño muy bueno. Creía que el algodón venía de las nubes, que cualquier idioma que escuchaba diferente al mío era inglés, que en el 2000 los carros volarían y las casas flotarían, era ingenuo, soy ingenuo, a veces creo que el amor es una mera formalidad de los sentimientos incrustados en los seres humanos, pero si en verdad prestas atención a eso, eso no tienen sentido aunque yo quiera que lo tenga. Siempre miré al cielo en busca de extraterrestre, y pensaba que si dormía con las ventanas abiertas sería abducido una calurosa noche de octubre, creía que así como existía la bondad en mi, existía en todos.

Siempre le temí a pie grande y creía en la criptozoología, pero mi mayor miedo era perderme, fue perderme, y me perdí, y no entiendo porque razón cuando uno se pierde se aleja del sitio donde se perdió, un día ya no tuve miedo de perderme, y comencé a tenerle miedo a envejecer sin hacer nada con mi vida. Siempre creí que para ser mayor debía usar corbatas y smokings, que para tener bebés debías estar casado, por un tiempo todo fue "caca" fueron tiempos difíciles, nunca dije groserías hasta tener 17, y si acaso decía lo hacía susurrando y mirando a los lados para que nadie procurara escucharme. Creía en la religión, el muy respetado ratón Pérez, y todas las demás cosas imaginarias... De pequeño escuchaba duendes, y siempre me sentía observado por uno (será que era un duende voyerista, nunca lo sabré), creía que si ibas al doctor el podría saber lo que tu mente pensaba, y sufría porque jamás me ha parecido bonito que alguien sepa que es lo que estoy pensando. Creía que si miraba fijamente una cosa podría hacer que se moviera, creía tantas cosas que muy poco tiempo tenía para preocuparme por algo, estaba todo el día sorprendido, de tanto descubrir cosas que no sabía.

Creía que un día llegaría EQUIS persona a buscarme porque era el hijo perdido de alguien, en algún lugar remoto del mundo. Después de temer a la soledad, comenzó a gustarme, y por mucho tiempo creí que tenía algo que hacía que las personas me rechazaran, nunca creí en lo que mi profesor de deporte me dijo... Por las noches soñaba con que dentro de la tierra había un gran imán o que las rocas podrían hablarme, que los animales eran personas transformadas... No creía que las personas malas existieran. Creía que mi mamá me había buscado en un almacén de bebés, y allí me había escogido, creía que si te mantenía en mi mente por un tiempo, volverías a mi en algún momento, luego descubrí que no todo era así. Creí haberme enamorado una vez, y creí en mi propia imperfección, creí en los distintos soles que diariamente alumbraban mi día, creía en la eterna juventud, y en la eterna felicidad, creía que volar era posible si se quería de verdad, creía que si yo pensaba muy fuerte en algo alguién en algún lugar del mundo podría oirme susurrar ese algo muy cerca... Creía tantas cosas, pero la cuestión no es si alguna vez creí, la cuestión es si aún lo creo.

1 comentario:

Trish dijo...

criptozoologia... lo cierto es que hubo un tiempo en que me interesaba... tengo varios libros sobre el tema ^^